En los países industrializados, los robots industriales son fundamentales para la elaboración de distintos productos. Estos países han logrado minimizar costos y maximizar la producción con maquinas altamente precisas y que a la larga resultan mas económicas que un trabajador humano.
Japón, Singapur, Corea del Sur, Alemania, Suecia, Italia, Finlandia, Bélgica, Estados Unidos y España son los diez países con mayor densidad de robots industriales por trabajadores en manufactura.
Estos países poseen industrias altamente desarrolladas que se han volcado a la automatización de procesos y en ellos se han podido observar distintas repercusiones referentes a los ámbitos económico y social.
Ha aumentado el desempleo en áreas de manufactura debido a la tendencia a la automatización de los procesos de producción, en donde la empresas han logrado una producción mas eficiente al disminuir errores, producción mas rápida y bajar costos en lo referente a personal.
Lo anterior implica que las empresas dedicadas a la manufactura, necesiten menos trabajadores ligados a la parte de la producción manual y necesiten más operarios de maquinaria, mecánicos e ingenieros.
En consecuencia, los países industrializados tienen alta demanda de profesionales y técnicos con conocimientos y estudios formales.
Las empresas probablemente tendrán jerarquías más aplanadas con menos puestos intermedios y una amplia división entre trabajadores normales y los que están en áreas clave como gestión, investigación y desarrollo, etc.
En términos de los efectos en la organización de la empresa, los expertos prevén una reducción en el número de niveles en la jerarquía, mayor importancia de la gestión, la investigación y el desarrollo, etc. Al mismo tiempo, una estructura más aplanada dificultará a la mayoría de los trabajadores forjarse una carrera dentro de una empresa cualquiera. La demanda de trabajadores con una mayor cualificación crecerá, y en consecuencia intentarán conseguir mejores condiciones laborales.
Simultáneamente, podría producirse una reducción considerable de puestos intermedios, y por tanto los trabajadores encontrarán difícil avanzar profesionalmente sin cambiarse a otra empresa. Este es un proceso que corre paralelo con la polarización del mercado laboral.
Por la situación anterior países con una industria fuerte, pero que no son considerados todavía países desarrollados como lo son México, Brasil y Argentina en el caso de América del Sur, han decidido no dar el salto a la automatización masiva de procesos.
El mantenerse alejado de la automatización le da a estos países la capacidad de absorber trabajadores y mantener una economía sustentable.
